El CENAC para cultura

Monday, July 17, 2006

El CENAC está bien donde está

Miguel Rojas
Catedrático UCR
Tomado de Semanario Universidad

Dicen algunos que política es poder. Hay quien mira el poder como un medio para concretar ideas y empresas basadas en principios de correcta civilización. Otros dirán que política, poder y corrupción van de la mano. Yo soy de los que prefiere pensar que al ejercer el poder podemos servirle más y mejor a los gobernados temporalmente, porque el poder, independientemente del lapso, es temporal. Dicho de manera más idealista, virtuosa y elegante, la política y el poder que con él se adquiere, debería servir para situarnos en estadios de civilización más ordenados, progresistas y eficientes al crear medios para elevar al ser humano en todos sus campos de saber y acción, puesto que es consciente de lo que hace y de los alcances que provoca su voluntad. No hay azar, hay leyes de acción-reacción.
En tiempos de la primera campaña política del Sr. Oscar Arias, estuve en la sede del Partido Liberación Nacional cuando dio su discurso contundente… Liberación es una máquina de hacer votos. Hagamos que funcione.
Escuché todo el discurso, me levanté y mutis educado me fui del partido hasta el día de hoy. En otra oportunidad escuché que dinero y poder van de la mano; nadie duda que hay candidatos y presidentes de algo que son poderosos, y como lo expresan sin pizca de adecuación curricular, están acostumbrados a ganar. Bueno, resulta que yo también estoy acostumbrado a ganar. Me gusta ganar. Si fuera entrenador del adefesio y hazmerreír mundial llamado selección nacional de fútbol mayor y las denominaciones más bajas, de Costa Rica, me prepararía y sacrificaría en pos de lo mejor para que nuestra Selección aspirara a ser Campeona del Mundo y peleara por ello y no por una simple figuración decadente y vergonzosa conocida como turismo para el subdesarrollo.
Creo que a nuestro Presidente de la República le gusta ganar, y ganar en grande. Pero para ganar a veces hay que saber perder y aprender de la derrota, convirtiendo la debilidad en fortaleza individual y colectiva.
Señor Presidente, pierda orgullo y prepotencia y ganará muchas batallas, muchas guerras y de paso limpiará muchas manchas que la historia no olvida, pero sabe comprender con dádivas si existe un verdadero acto de contrición.
El Centro Nacional de Cultura (CENAC) está bien donde está y no debe moverse de ahí nunca más por una ocurrencia suya ni de nadie más; mejor dicho, una prepotencia de la máquina de poder que acostumbran usar algunos poderosos empresarios-políticos.
La historia del país y los espacios que le ha dado para su realización personal le exigen ser un verdadero estadista y no un oportunista político.
Señor Presidente: ¿Por qué no un Distrito Ecológico Cívico Político, en un espacio bien diseñado, con amplias plazas, zonas verdes, avenidas, jardines, una llama eterna de libertad, creación y libertad de expresión, fuera del hacinamiento, contaminación, mordaza y mentalidad de subdesarrollo que se vive en la Costa Rica de hoy, 2006.
Lo reto, a usted y a todo su equipo de gobierno.