EL CENAC PARA LA CULTURA

FABIÁN SALES dijo...
EL CENAC PARA LA CULTURA
Esta es la opinión de un extranjero acerca de un asunto importante de la identidad costarricense. Siento que me compete y, aunque suene raro, está relacionado con mi propia identidad aunque siga siendo legalmente nacional uruguayo con ciudadanía italiana. También en el contexto personal comento que luego de vivir “solamente” siete años en este país trabajando ininterrumpidamente como actor, director y docente en el área artística, recién estoy concretando los trámites de mi naturalización. Pero la cédula que me entregarán tiene sólo un valor simbólico, ya que aunque me la roben junto con mi billetera, nadie podrá quitarme los vínculos que me unen a este país, a su gente, a su cultura. La cédula robada inclusive se puede reponer por otra muy parecida. Pero cuidado, no todo lo que tiene valor simbólico se puede reponer por algo similar. Si nos roban el CENTRO NACIONAL DE LA CULTURA no se podrá “reponer”, no se podrá sustituir, será imposible cambiarlo por otro “mejor”. Aunque se construya inmediata y mágicamente un espacio para la cultura costarricense más grande, con más teatros, museos, más espacios para el ensayo de artistas y encuentros culturales, un anfiteatro mejor equipado, lugares amplios y acordes para la administración del Ministerio de Cultura, aún así, el CENAC no se podría reemplazar. Este “espacio” no es sólo un lugar para el trabajo de los artistas, sino un lugar especial para el encuentro del pueblo costarricense con el arte y su propia identidad. Es más de lo que se llama patrimonio cultural, es lo que desde hace años se vive día a día como patrimonio cultural. Si el nuevo gobierno deseara construir o remodelar otros lugares para asuntos culturales, bienvenidos sean para sumar elementos a una cultura costarricense que los necesita, no para “reemplazar” y nunca para restar. Pero el asunto es doblemente grave, las preocupantes declaraciones expuestas en los medios no proponen de antemano un lugar parecido ni mejor, seguramente porque ese “canje” no está siquiera en los primeros planes. ¿Qué objetivos subyacen el deseo de DESTRUIR (porque de eso se trata) el CENAC? ¿Porqué se habla de Zapote como si se situara en el límite con Panamá para justificar esta destrucción abominable? A muchos no nos gusta que nos traten como tontos. Como adelantaba arriba, he vivido solamente siete años en este país trabajando para la cultura desde mi área artística. Digo “solamente” ya que, si a mí me hierve la sangre con este atropello (desde ya es un atropello), me imagino el estado de ebullición sanguínea que deben sentir los compañeros que llevan décadas de estar luchando por el arte costarricense, por la cultura, por la adquisición justamente de espacios simbólicos que promuevan el desarrollo humano a través del arte. Mucho más allá de la cédula que me proporcionarán este año, uno de los aspectos que me identifica con Costa Rica y me relaciona con mi propia identidad, es el dolor que siento junto a muchos otros desde que se nos planteó la intención de quitarnos el CENAC a todos los que creemos en el arte y la cultura costarricense. De ninguna manera podemos permitir esta violencia simbólica nacional: “VIOLENTAR LOS DERECHOS AL ARTE Y LA CULTURA ES VIOLENTAR LA IDENTIDAD NACIONAL Y LA PAZ.”